Detrás de esa tímida sonrisa a la que enmarca su cara aniñada, hay un mundo interior que conseguiría hacer temblar las piernas de más de un@. Y seguramente él notaría el temblor...después de haber observado detenidamente vuestros zapatos para comprobar su grado de desgaste.
Sí, a Ramón le gustan los zapatos usados, gastados, viejos…pues son un indicativo de que esos pies , y con ellos su propietario, han caminado lo suficiente, tanto como él desde que empezara a disparar sus primeras instantáneas en aquella vieja Kodak heredada de sus padres.Las fotografías que hace carecen absolutamente de simpleza para quien sabe mirarlas. No se trata de reflejos informativos o documentales del mundo que nos rodea, sino poesía hecha con luz a partir de pequeños detalles.Para él, se trata simplemente de eso….Buscar el sentido poético a lo que ve, plasmar esos lugares en los que en tiempo queda suspendido. No hacen falta colores, ni flash…No. Sólo él y el momento (sus cuadernos personales están llenos de esas experiencias, recogidas en imágenes o fotografías).Por supuesto también le gusta el color, sí, pero en otros ámbitos como el diseño gráfico, los cómics, el dibujo o la ilustración.
Sin embargo, Ramón no sólo se nutre de imágenes, también le gustan las palabras. Pero no cualquier palabra, sino las que le aportan algo.Para él no vale cualquier libro. Necesita que tengan un sentido, que le hagan pensar. Y eso lo consigue Michael Ende en sus novelas y más concretamente en “La historia interminable”.
Podríamos ir un poco más allá y añadir música a las palabras. Entonces estaríamos hablando de Radiohead o Sigur Ros…o aquél vestigio adolescente que aún vive en él a través de Metallica. Seguramente lo encontrarás escuchándolos en cualquier parte del mundo,sin importar dónde…simplemente él y su mochila. Cualquier lugar es bueno para él cuando se trata de crear. Puede que algún día, en esos viajes, lo acompañe un perro al que, sin duda, llamará Tao (como una de las partes de la doctrina filosófica oriental del Taoísmo hacia la cual se inclina), que significa camino, vía o ruta. A estas alturas dudo de que el nombre lo haya escogido aleatoriamente, más aún si tenemos en cuenta lo mucho que le gusta fotografíar carreteras…
Y….podría seguir escribiendo cosas sobre él eternamente..…pero os dejo a vosotros la tarea de averiguar qué más esconde.
No será poco…Sus desgastadas zapatillas lo delatan.
muy bueno.
ResponderEliminarmuy bien escogidas las fotos.
Gracias Toni!!
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