Por su fotoperiodismo vivo y moderno ha recibido numerosos premios y su implicación fotográfica con la sociedad de su tiempo la ha convertido sin duda en una de las jóvenes fotógrafas más reconocidas.
Entre sus múltiples proyectos destaca “The ninth floor” reportaje de fotoperiodismo con el que ganó el Premio Inge Morath de Magnum Photos.
Jessica nos abre una visión a diferentes mundos reales y cotidianos, que están cerca de nosotros pero que ignoramos o no vemos por volver la cara hacia otro lado.
Ella se introduce dentro de estos ambientes llevándonos al extremo pero con una actitud
comprometida y respetuosa hacia los protagonistas de sus imágenes. “The ninth floor” es un reportaje que retrata el día a día de un grupo de heroinómanos que ocuparon la novena planta de un lujoso bloque de apartamentos en Manhattan. Jessica documentó durante tres años la vida de este grupo de 20 jóvenes adictos. La novena planta de este elegante edificio de la 5ª Avenida en Manhattan se convirtió en un nido de drogas, caos y desesperación.
En este reportaje se aprecia cómo gradualmente el edificio con vistas a la Quinta Avenida se va degradando hasta convertirse en un lugar oscuro, desesperado y caótico al igual que sus ocupantes. Anotaciones en las paredes, humo, empujones, disparos, miedos... Amigos estafándose unos a otros para conseguir su próxima dósis. Jóvenes envejecidos, dormidos sobre montones de ropa apilada, sin electricidad, con los baños inutilizables, la cocina llena de basura …,todo lo que tuviera valor había sido vendido, pero dentro de este caos, en algunos momentos, todavía queda lugar para las emociones y resquicios de amor.
Esta exposición documenta el viaje a la locura yonki de estos jóvenes, como fue el desalojo, así como su trayectoria posterior: algunos lucharon por limpiarse, otros se enfrentaron a la cárcel y la enfermedad, algunos se hundieron más en la adicción, otros llegaron a formar una familia y luchan por salir adelante.
Las fotografías de Jessica Dimmock son impactantes y ninguna está preparada, ella simplemente espera, pero esa espera es larga y complicada puesto que prácticamente convive con las personas que retrata, sólo así se puede conseguir estas fotografías.
Un reportaje de supervivencia y destrucción en el que la fotógrafa se ha sumergido durante tres años para mostrarnos uno de los lados más oscuros de la vida con sus muchas sombras y pequeñas pero esperanzadas luces.
Norma Fierro.
los pelicos de punta
ResponderEliminarflipante realismo
ResponderEliminar