Siempre buscando. A veces tranquila, otras inquieta. Caótica
cuando quiero.
Me refugio del mundo que conozco para crear el mío propio tras
unos muros que yo misma construí.
Busco
la luz, me escondo en las sombras. Mis sueños vuelan sobre los tejados y en las
páginas de los libros entre los que vivo, que callan, lloran y gritan. A veces
sonríen. Me pierdo. Divago en esos instantes detenidos, de desnudez vestida, de
música sin notas, que suelen ser escasos y cuando son, efímeros. Amapolas. Duerme mi piel despierta, soñando abrir los
ojos en primavera, con la tierna
inquietud de un niño en la madrugada del
seis de enero.
A veces me vienen a ver fantasmas de lo olvidado a los que
aprendí a dar la espalda. Entonces nace en mí esa fuerza que espera callada. Y
vuelvo a sonreírle al mundo, a mirarlo a los ojos.Y me quito el sombrero con
sentida reverencia a la vida. Vuelve el color… y retomo el viaje caminando, siempre descalza, sobre baldosas AMARILLAS.
genial, es ella. no paraaaaa!!!! no se deja pisotear y me gusta su aire prepotente. A pesar de eso este autorretrato desvela su lado tierno.
ResponderEliminarsoñadora, fuerte, sensible , profunda, pensativa, íntima, tímida, inquieta, sensual y ...los pies, sus pies.
ResponderEliminarcon la textura de la madera añade mucha calidez.
Al ver el autorretrato de Estefania me dejo llevar por el caminito de baldosas amarillas para entrar en su pequeño rincón, disfrutar por un instante de su mundo donde todos sus sueños son posibles, donde siendo dueña de sus ilusiones nos muestra una parte intima de su personalidad.
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